Historial
Marta Agudo
Calambur. Barcelona, 2017
87 páginas. 10 euros
Cuesta creer
que el padecimiento sea poético, pero Historial
de Marta Agudo (Madrid, 1971) es una poderosa reflexión sobre la enfermedad que
da forma y textura poética al dolor situándose justo en la frontera entre la
vida y la muerte: “si vivir ya implica morir, para qué estos sorbos de nada
precedida”. El libro de Agudo -autora de Fragmento (2004), 28010 (2011) y coeditora junto a Carlos
Jiménez Arribas de Campo abierto.
Antología del poema en prosa en España (1990-2005) (DVD, 2005)- crea
una red de “nódulos de conciencia” que, enlazados entre sí, procesan los poemas
a través de “rutas que se solapan” en un “fluir que congrega palabras”, en una
“sintaxis flexible como el tránsito de la escritura a lo póstumo”.
El lenguaje
libera al poema de la tiranía semántica de la enfermedad, se rebela contra la
imposibilidad de dar cuenta del daño. El sujeto sabe que “De los otros, no de
la memoria viene la muerte”, y por eso va y viene de la primera a la tercera
persona, legítimamente “en el lapso entre una y otra”. Un sujeto que se sabe objeto
y encuentra su lugar en un “mientras” que guía y pauta la lectura, difuminados el
“antes” y el “ahora”. Por eso la “mirada ancha” sobre una realidad rota, la
dilatación del versículo y la extensión del poema en prosa, la “fragmentación
integrada” de este poema único y suspendido en su casi irracional, pero
objetiva, certeza metafórica, en la carga expresionista de imágenes crecidas en
la falla y el desgaste “que se gesta a partir de la excepción”.
Historial, expediente, un posible diario, una bitácora,
las huellas de un guión que abre el espacio clausurado de la enfermedad. Hablar
de ello así, abiertamente, es un acto político, pues la escritura se hace “nudo
de resistencia”, consciente de “Ser culpable de vida”. Tan íntimo y conmovedor
como estremecedor y extremo, este libro nos abre la posibilidad de alcanzar eso
que está más allá de cualquier palabra.
Esta reseña de "Historial" de Marta Agudo, fue publicada en Babelia - El País, el sábado 22 de julio de 2017.
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